La situación de crisis laboral en la que está España golpea a muchas personas. Desde el gobierno se ofrece la protección a las personas desempleadas, pero entre ellos hay un gran número de inmigrantes, que llegaron en tiempo de bonanza, y que ahora se encuentran en situaciones muy difíciles, sin ayudas, sin arraigo familiar, etc.
Pensando en esas personas, el gobierno estableció el plan retorno voluntario de inmigrante; pero fue un fracaso. Es posiblemente la tirita que quiso poner en la herida abierta, con la regularización encubierta que hizo años atrás; pero con el inconveniente de que ahora no pega.
Es realmente un problema, porque esas personas tienen que convivir en una sociedad que también vive con apuros económicos, y por lo tanto no podrá ayudarlos. Probablemente la delincuencia y la picaresca a floren y pagarán justos por pecadores, porque cuando alguien delinque, tenemos la costumbre de generalizar.
Los inmigrantes nos necesitan y nosotros los necesitamos, por eso hay que afrontar la situación de cara, con una inmigración sostenible.
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