Le he contado a mi amiga Mercedes lo que me está ocurriendo. Estoy desesperada porque el ambiente en casa de mis padrinos se está poniendo insoportable y tengo que buscar una salida.
Mercedes me ha pedido que este fin de semana me vaya con ella a su casa, a Segovia, creo que aceptaré su invitación y así podré pensar con sosiego.
El sábado por la mañana fui a la estación de autobuses de Príncipe Pío y cogí el autobús que me llevó a Segovia. Durante el trayecto puede ver unos paisajes preciosos, todo estaba nevado, y yo no había visto la nieve jamás en mi vida. Al llegar me recibió mi amiga. Fuimos a comer y a visitar el Acueducto, que es el símbolo más importante segoviano, y uno de los monumentos más significativos que los romanos dejaron en la Península.
Y he tenido la oportunidad de desahogarme y buscar alguna solución.
Tengo que conseguir un trabajo, eso es lo principal, así tendré más independencia. Y en segundo lugar debo buscar otro lugar para vivir.
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